El caso de Antonio Peña, delatado y desaparecido por la milicia creada por iniciativa de Carranza

Ramón de Carranza, alcalde de Cádiz durante el golpe de Estado de 1936, creó una milicia local que desempeñó un papel crucial en la represión de los opositores al alzamiento militar. Los leales a la República comenzaron a ser encarcelados en el Castillo de Santa Catalina, establecido como prisión militar, mientras que el Castillo de San Sebastián fue el lugar elegido para las ejecuciones. Otros serían llevados a un barco que, a partir del día 22 de julio, se utilizaría como prisión flotante en plena bahía, el conocido buque Miraflores. que fue utilizado como «checa» o prisión provisional. Además de la labor de vigilancia, los miembros de esta milicia realizaban tareas de «escucha» y delación, identificando a posibles opositores o simpatizantes de la República. Este sistema de vigilancia y denuncia creó un clima de terror entre la población civil.

Un caso destacado de esta represión fue el de Antonio Peña Pérez, un conocido anarquista al que la policía consideraba un «peligrosísimo hombre de acción». Peña fue detenido por la milicia de Carranza tras ser delatado por uno de los que formaban parte de la milicia y «prestaban servicio» en el Miraflores.

El caso de Antonio Peña Pérez es particularmente trágico porque, hasta el día de hoy, sigue siendo uno de los muchos «desaparecidos» de la Guerra Civil y la posterior represión franquista. Un caso que cobra luz con los documentos que nos aporta José Luis Gutiérrez Molina  y que corresponden tanto a la nota manuscrita delatora firmada por un teniente de navío (Manuel Pasquín) destinado en la autodenominada prisión flotante «Miraflores» y otra la declaración tomada a un testigo de los hechos (Ángel Almeida) por parte del Juez Militar (Nicolás Chacón). Documentos ambos que demuestran cómo actuaba en esos días la milicia local creada por Carranza. Motivos: usar la palabra «revolución» y oír decir a su mujer que «si les faltaba comida se echara a la calle.»

Peña fue asesinado. Su cuerpo nunca fue encontrado ni entregado a su familia, lo que ha impedido darle una sepultura digna y ha dificultado el proceso de duelo y cierre para sus seres queridos. Este tipo de acciones por parte de la milicia de Carranza y otras fuerzas afines al golpe militar contribuyeron a crear un ambiente de miedo y represión en Cádiz, que se extendió durante los años de la guerra y la dictadura subsiguiente.

La plataforma «Carranza Incumple» continúa con la difusión de estos hechos históricos realizando la labor pedagógica que inspira la actual ley de memoria democrática para que los poderes públicos, la ciudadanía, y, sobre todo nuestro alcalde desista de lo que pretende resucitando a Carranza. CÁDIZ NO SE LO MERECE.